La tarta de la boda es tradicionalmente el postre que se sirve a los invitados después de los platos que componen el banquete nupcial.

Pero como muchas tradiciones, el que el postre de una boda sea tarta nupcial es algo que se ha ido perdiendo y ésta en muchas ocasiones ha sido sustituida por otro tipo de postres mas modernos y actuales.

Para ver cual es el origen de la tarta de boda hay que remontarse a la época medieval, al imperio romano donde la tarta estaba compuesta por una torta de pan de trigo y sal que simbolizaba la fertilidad.

Y en cuanto a las tradiciones que la rodean aquí tenéis algunas de ellas:

  • Dentro de la tarta se introducía un anillo de cristal y el asistente a la boda que encontrara el anillo en su porción, supuestamente contaba con un año de felicidad.

  • A las jovenes solteras se las daba un trozo de tarta para que lo metieran debajo de su almohada y durmieran con él, y así conseguirían soñar con su futuro marido.

  • Y hoy en día todavía hay algunas parejas que conservan o guardan una parte de la tarta en el congelador (normalmente la primera capa) y se la comen el dia del primer aniversario o el día del nacimiento del primer hijo.

En la actualidad todos tenemos en mente la típica imagen de la tarta de boda en la que la pareja cortan juntos el primer trozo con una espada o cuchillo grande, un clásico que nunca faltaba en el reportaje fotográfico.

La tarta nupcial más usual es la redonda formada por varios pisos en forma de piramide y coronada por una figura que representa a una pareja de novios, pero hoy en día la tarta se puede elegir en función del estilo de cada uno, personalizarla con decoraciones especiales y diseños cada vez más originales y divertidos, elegir multitud de sabores, y en definitiva convertirlas en autenticas obras de arte.

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